sábado, 12 de marzo de 2016

ANOTHER novela ligera: capitulo 1


Capítulo 1

Abril

1

La primavera vino, cumplí los quince años, y justo después, mi pulmón izquierdo colapsó.
Fue el tercer día después de que dejé Tokyo para venir a Yomiyama y vivir de mis abuelos del lado de mi madre. Supuestamente comenzaría la escuela media aquí al día siguiente, a pesar del hecho que era un poco tarde en el periodo para ser transferido a algún sitio―y para mi suerte, esto[1] pasó la noche anterior.
20 de abril, 1998.
Lunes, el que supuestamente sería mi primer día en la escuela―un día para mí para realizar un nuevo comienzo―resultó ser el primer día de mi segunda hospitalización. Mi primera experiencia había sido seis meses antes. Al igual que la otra vez, estoy de vuelta debido al colapso de mi pulmón izquierdo.
“Ellos dijeron que estarás hospitalizado una semana, quizá 10 días.”
Mi abuela, Tamie, llegó al hospital temprano esta mañana. Cuando ella me dio las noticias―y estaba ya sintiéndome aislado en la cama del cuarto del hospital en la que acababa de ser admitido―contuve un dolor en mi pecho y un asfixiante sentimiento que parecía improbable apagarse alguna vez.
“El doctor dijo que muy probablemente no necesites cirugía, pero comenzarán un tratamiento de drenaje. Creo que será esta tarde.”
“Oh… bien.”
Pocas horas antes, cuando la ambulancia me trajo, el dolor sofocante en mi pecho se sentía más intenso. Después de descansar un poco, me sentí como si empezara a mejorarme. Pero para ser honesto, era aún bastante malo. La imagen del Rayos X de uno de mi pulmón―marchito en una rara forma―apareció repentinamente en mi mente, sin que lo esperara.
“Me siento apenada por ti… ¡tan rápido como llegaste aquí!”
“Oh, uh… lo siento, Abuela.”
“En serio, no hay nada de lo que debas sentirte mal. No tienes culpa de estar mal.”
Mi abuela miró a mi rostro y sonrió, y las arrugas alrededor de sus ojos se hicieron doblemente profundos como mucho. Ella cumplió 63 años este año, pero ella aún lucía llena de energía y era muy amable para con su nieto. Así, aun cuando casi nunca hablábamos los dos solos o habíamos estado tan cerca el uno del otro.
“Um… ¿Qué pasó con Reiko? ¿No se le hiso tarde para el trabajo, cierto?”
“Ella está bien. Ella se mantiene centrada, esa chica. Ella fue a casa y entonces se fue a la misma hora que siempre.”
En la tarde de la noche anterior, de la nada, fui atacado por los síntomas comunes. Había una sensación inquietante de gorgoteo viniendo del interior de mi percho, y ese único, desgarrador dolor, y entonces el tirón. En el momento que me di cuenta ¿eso pasó de nuevo? había corrido por ayuda, medio entrado en pánico, hacia Reiko, quien aún estaba despierta en la sala.
Había once años entre mi madre, quién había muerto, y esta su joven hermana―que la hace mi tía. Tan rápido como le dije qué me estaba pasando, ella llamó a la ambulancia. Y ella además vino conmigo al hospital.
Gracias, Reiko.
Te debo mucho.
Esperé demostrar mi gratitud en voz alta, pero en mi condición, estaba en demasiado dolor como para aún pensarlo. Sin mencionar que tenía problemas para hablar con ella cara a cara… no sé, solo conseguía ponerme nervioso.
“Te traje algo de cambio de ropa. Si hay algo más que necesites, déjame saberlo.”
“… Gracias.”
Agradecí a mi abuela en una voz rasposa mientras ella colocaba una gran bolsa de papel al lado de la cama. El dolor parecía incrementar cuando me movía descuidadamente, así que levanté ligeramente mi barbilla hacía ella y mantuve mi cabeza sobre la almohada.
“Abuela, un… ¿Qué es de mi padre?”
“No le he contado aún. ¿Sabes que Yasuke está en la India por ahora? No estoy segura cómo localizarlo. Preguntaré a Reiko en la noche.”
“Está bien; me contactaré con él. Si sólo me traes el teléfono que dejé en mi cuarto…”
“Oh-ho, ¿es así?”
El nombre de mi padre es Yasuke Sakakibara. Él trabaja para alguna universidad famosa en Tokyo haciendo investigación para la antropología cultural o socioecología o algo como eso. Él se convirtió un profesor a sus tempranos cuarenta, así que él debe de ser un excepcional investigador. Aun así, no puedo evitar albergar algunas muy intensas dudas acerca de cuan excepcional es él como un padre.
Como sea, él ya no vive en casa.
Él desecha a su único hijo y deja la casa vacía mientras vuela por Japón y los demás países, haciendo aún no sé qué―trabajo de campo, supongo. Gracias a eso, aun desde la escuela elemental, he tenido esta rara confianza en mí habilidad para mantener la casa, al menos, es mejor que ninguno de mis compañeros estudiantes’.
Como mi abuela dijo, mi padre había ido a la India la semana anterior por trabajo. El trabajo había venido prácticamente sin darnos cuenta durante las vacaciones de primavera. Él se quedaría ahí, dedicándose a estudios y actividades de investigación por casi un año. Esos eran las circunstancias básicas que me llevaron a vivir en la casa de mis abuelos en Yomiyama casi sin darme cuenta.
“Koichi, ¿te llevas bien con tu padre?” preguntó mi abuela.
“Claro, supongo,” Contesté. Incluso si pensara que era difícil de tenerlo como padre, no es como si lo odiara.
“Aun así, ¡Yosuke es un hombre tan leal!” Suena como si ella se estuviera hablando más para ella. “Todo este tiempo que ha pasado, desde que Ritsuko murió, aún no se vuelve a casar. Y hace mucho para ayudarnos, también, a la mínima palabra de nosotros.”
Ritsuko es el nombre de mi madre. Quince años atrás―el año que yo había nacido―ella murió a la edad joven de 26 años. Mi padre, Yosuke, era 10 años mayor que ella.
De lo que he escuchado, mi padre primero vio a mi madre mientras él estaba trabajando como un profesor en su escuela, y ella era una de sus estudiantes. Él la conquistó casi tan rápido como se conocieron. “Trabajas rápido,” uno de sus viejos amigos dijo cuándo visitó nuestra casa una vez, atormentando a mi padre despiadadamente. El tipo parecía borracho.
Era difícil entender que mi padre vive sin ninguna mujer en su vida desde que mi madre murió. Lo admito, hablo como su hijo, pero él es un investigador talentoso, aun cuando él tiene 51 años, es un hombre juvenil con una personalidad encantadora quien es bastante apuesto. Él tiene una buena posición en la sociedad y hace una decente fortuna, y desde que es un soltero encima de todo eso, no puedo creer que él no sea más popular.
¿Estaba cumpliendo una obligación de su difunta esposa? O ¿Era considerado con mis sentimientos?
Como sea, había sido lo suficientemente largo. Quería que él se casara nuevamente y detener de empujar el trabajo de manejar su familia completamente sobre su hijo. Eso es probablemente la mitad de mis sentimientos sobre el tema.

2

Un “pulmón colapsado” es, de hecho, una condición llamada “Neumotórax espontáneo.” Más precisamente referido como “neumotórax espontánea primaria.” Es común entre jóvenes que tienen un tipo de cuerpo delgado y alto. La causa es desconocida, pero se dice que en más que unos pocos casos, la fatiga o el estrés puede ser el detonante en combinación con el físico básico de una persona.
Así como suena, “colapso” significa que parte del pulmón se desgarra y el aire escapa a la cavidad pleural. El equilibrio de la presión se estropea, y el pulmón se contrae como un globo ahuecado. Se asocia con dolores en el pecho y dificultad para respirar.
Esta enfermedad, el mero pensamiento de aquello es terrorífico―fue seis meses atrás, en octubre del año pasado, cuando lo experimenté por primera vez.
Primero, un dolor extraño comenzó en mi pecho, y se sentía como si me moviera, inmediatamente perdí el aliento. Pensé que si sólo esperaba un poco conseguiría mejorarme, pero después de un par de días, aún no había conseguido mejorar. De hecho, se hacía cada vez peor y peor, así que le conté a mi padre y fuimos al hospital. Tan pronto como ellos tomaron un rayos X, se hizo claro que mi pulmón izquierdo sufrió un Neumotórax y estaba en un estado intermedio del colapso. Fui hospitalizado el mismo día.
El medico principal decidió darme un tratamiento llamado “drenaje pleural.”
Fui anestesiado; entonces ellos cortaron mi pecho abriendo con un bisturí e insertando un tubo delgado llamado un catéter trocar en mi cavidad pleural.
El tratamiento continuó por toda una semana mientras mi pulmón colapsado se restablecía a su forma original y el hueco fuera sellado, y entonces fui liberado sin más incidentes. En ese entonces, el médico usó las palabras “recuperación completa,” pero con el mismo aliento él dijo, “la posibilidad de reincidencia es del 50 por ciento.”
En aquel entonces, intenté no pensar mucho acerca de cuan riesgoso era. Todo lo que hice fue reconocer que podría pasarme eso de nuevo alguna vez. Pero nunca pensé que estaría encarando este miserable destino tan rápidamente y en tal mal tiempo…
Para ser honesto, estaba bastante deprimido.
Después de que mi abuela se fuera a casa, la primera cosa de esta tarde es que fui llamado para el cuarto de tratamiento en el departamento de medicina interna, donde comenzaron el drenaje pleural, al igual que seis meses atrás.
Por suerte el medico principal no era terrible. El dolor había sido increíble cuando ellos empujaron el tuvo dentro de mi seis meses atrás, pero esta vez no fue malo en absoluto. Al igual que la última vez, si el aire escapa a través del tubo y mi pulmón es re-inflado y el hoyo cerrado, podría ser puesto en una agradable libertad. Sin embargo, ellos me contaron que cuando la condición ya se ha repetido una vez más como esto, el riesgo de otra recaída es aún más alta. Si permanece ocurriendo, podrían considerar realizar una cirugía. Escuchar eso me hizo más deprimido.
Mi abuela vino otra vez esta noche y trajo mi celular. Pero quería contarle a mi padre lo que estaba pasando en la mañana. Eso es lo que decidí.
No es como si el contarle cambiara las cosas. Mi condición no era muy precaria, no había necesidad de preocuparle por dejarle escuchar cuan débil estaba mi voz.
El respirador a lado de mi cama emitió un suave resoplido, el sonido del aire aspirado fuera de mi pecho siendo expulsado a través del agua dentro de la máquina.
Recordé la etiqueta de advertencia genérica que decía “puede interferir con dispositivos médicos” y apagué mi teléfono. Entonces, sintiéndome fastidiado por el dolor familiar y la tensión, miré fuera de la ventana de mi cuarto.
Yo estaba en la sala de hospitalización del hospital municipal, un viejo edificio de cinco pisos. Mi cuarto estaba en el cuarto piso.
Podía ver puntos vagos de iluminación blanca debajo el cielo oscurecido. Aquello eran las luces de la ciudad pequeña de la montaña donde Ritsuko, la madre que conocía solo por fotografías, había nacido y crecido. Yomiyama.
¿Cuántas veces he visitado esta ciudad?
El pensamiento atravesó mi conciencia distraídamente.
Había solo muy pocas casos de la cuales me acuerdo. No recuerdo mucho de cuando era pequeño. Quizá tres o cuatro veces en la escuela elemental. ¿Fue la primera vez cuando comencé la escuela media?... o quizá no.
Estaba reflexionando ese quizá no cuando mi mente se estancó abruptamente. Un ruido profundo estaba creciendo de la nada: vmmmm. Cayó sobre mí, sentí como si me aplastara…
Inconscientemente, dejé salir un pequeño suspiro.
El anestésico debe haberse gastado. La incisión debajo de mi axila, donde el tuvo había estado insertado, estaba palpitando, mezclándose con el siempre presente dolor en el pecho.

3

Mi abuela vino a verme todos los días después de eso.
El hospital estaba muy lejos de casa, creo, pero ella se rio ligeramente y dijo que no había mucho problema desde que ella conducía. Aquí estaba una abuela con quien podrías contar. Aunque―cosas en la casa estaban probablemente volviéndose descuidada al menos un poco, y ella debe haber estado preocupada de mi abuelo, Ryohei, quien había estado volviéndose un poco senil últimamente… me sentí terrible sea como sea. Gracias, abuela―no podía expresar mi profunda gratitud en mi corazón.
Los efectos del drenaje pleural iba de acuerdo al programa, y en mi tercer día en el hospital, el dolor había bajado mucho, también. El problema que surgió entonces fue el puro aburrimiento. Aún no podía caminar por mí mismo.
Por un lado, mi cuerpo permanecía ligado a una maquina a través de un tubo. Además, tenía un goteo intravenoso dos veces al día. Era bastante difícil hasta ir al baño, y claro, no era capaz de ducharme por un par de días.
Mi cuarto era pequeño de una sola persona que incluía un pequeño TV que operaba a monedas, pero aun si lo prendía, sólo mostraba programas aburridos en medio del día. ¿Podría rendirme y mirar como sea o leer uno de los libros que mi abuela trajo para mí, o escuchar música…? Así fue como pasé el tiempo que nadie llamaría relajante: en ociosidad.
En mi sexto día en el hospital―25 de abril―un sábado por la tarde, Reiko vino a mi cuarto.
“Lo siento que no haya sido capaz de venir a verte, Koichi.”
Me dijo, disculpándose, que ella llegaba tarde a casa del trabajo durante la semana no importa cuán duro ella intentara, pero claro, si me quejara de aquello, sería yo quien necesitara disculparse.
Con tanta alegría que podía manejar, le conté acerca de mi condición y cómo me estaba recuperando. Acerca de la predicción del doctor principal, que había recibido esta mañana, que si todo iba bien podría ser dado de alta temprano la siguiente semana, y al menos, sin duda alguna, algún día del mes…
“¿Entonces serás capaz de ir a la escuela después de la Golden Week, huh?”
Reiko volteó sus ojos a la ventana. Yo estaba sentado en la cama, así que naturalmente mi mirada siguió lo de ella.
“Este hospital está construida sobre una colina cerca de la montaña llamada Yumigaoka. En el extremo de la ciudad, en el este,… bueno, mira. Lo que puedes ver ahí es un conjunto de montañas hacía el oeste. Hay ahí también un lugar llamado Asamidai.”
“Qué raros nombres.”
“Yumigaoka, debido a que puedes conseguir una vista magnifica de la puesta del sol, y Asami, debido puedes conseguir una vista magnifica del nacimiento del sol. Creo que eso es el porqué de los nombres.”
“Pero el nombre de la ciudad es Yomiyama, ¿cierto?”
“Hay una montaña que actualmente es Yomiyama al norte de aquí. La ciudad está en una cuenca, pero el todo consiste de colinas ligeras alargándose de sur a norte.”
No tenía aún un completo conocimiento de la geografía fundamental de la ciudad. Quizá Reiko se había dado cuenta, que había, sin dilación, dado esa simple explicación. Quizá ella pensó, que ver fuera de la ventana, era una oportunidad perfecta.
“¿Puedes ver ahí?” Reiko levantó su mano y señaló. “Ese parte verde a lo largo del camino de norte a sur. Ese es el Rio Yomiyama que corre por medio de la ciudad. Al otro lado, ¿ves?, ese el campo en la escuela. ¿Puedes ver?”
“Oh… uh…”
Levanté la mitad superior de mi cuerpo de la cama y miré, con los ojos entrecerrados, a la dirección que Reiko señalaba.
“Oh, ¿esa mancha blanca y ancha?”
“Es ese” Reiko volteó hacía mí y sonrió ligeramente. “Ese es la Escuela media de Yomiyama del norte[2]. La escuela a la que asistirás.”
“Interesante.”
“Fuiste a una escuela privada en Tokyo, ¿cierto? ¿Una de esas escuelas de rendimiento con escuelas medias y secundarias integradas?”
“Sí, creo”
“Debes de sentirte fuera de lugar en una escuela pública… pero estarás bien, ¿no?”
“Sí, probablemente.”
“Estarás retrasado en el trabajo para abril, debido a esta repentina hospitalización.”
“Oh, no estoy preocupado por eso. En mi antigua escuela, habíamos hecho la mitad de la materia del tercer año de escuela media.”
“Bueno, bueno, impresionante. Estudiar será una ligera briza para ti.”
“No creo que será así de fácil.”
“Supongo que estoy obligada a decirte que no te hagas arrogante.”
“¿Fuiste a la esa escuela, Reiko?”
“Sí. Me gradué catorce años atrás, creo. Ahora puedes imaginarte que tan vieja soy.”
“¿Entonces mi madre fue ahí, también?”
“Sip. Ritsuko salió también de North Middle[3]. Hay también una escuela llamada Escuela media de Yomiyama del sur en la ciudad, que es South Middle[4]. Algunos también llaman a North Middle como ‘Norht Yomi.’[5]
“¿North Yomi? Oh, lo tengo.”
Reiko, vestida en pantalones negros y camisa beige, tenía una constitución esbelta y un rostro fino de piel blanca. Su cabello unido crecía más allá de sus hombros.
Con ese corte de pelo, sus facciones parecían, de alguna manera, a las de mi madre, el rostro que solo conocía de fotografías. Cuando esa comprensión llegó a mí, cada átomo de mi corazón comenzó a doler sin poder hacer nada, como si fuera infundido con una calentura de fiebre. Dije que soy malo hablando con Reiko cara a cara de esta forma debido a que me ponía nervioso; que es ocho décimas[6] del problema, y esto era probablemente la raíz.
“Creo que si no estás preocupado por el trabajo escolar, entonces el problema en realidad seria la diferencia en cómo ellos hacen las cosas en la escuela pública. Al principio probablemente estarás confundido por algunas cosas, pero estoy seguro que te acostumbrarás lo suficientemente rápido.”
Y entonces Reiko me dijo que una vez vuelva a casa del hospital y asistiera a la escuela, ella me contaría “los fundamentos de North Yomi.” Entonces sus ojos cayeron a los libros de tapa dura sobre mi mesilla de noche.
“Huh, no sabía que te gustaban este tipo de libros, Koichi.”
“Oh, uh… supongo.”
Había cuatro libros en total. Ellos eran dos libros largos divididos en dos volúmenes: ’Salem’s Lot and Pet Sematary de Stephen King. Había terminado de leer el primer volumen de Pet Sematary justo antes de que Reiko viniera.
“En ese caso, te contaré acerca de los ‘Siete Misterios’ de North Yomi, también.”
“¿’Los siete misterios’?”
“Toda escuela los tiene, pero los de North Yomi son un poco diferentes. Resulta que eran más de ocho desde que fui ahí. ¿No estas interesado?”
Honestamente, no me importaban las historias de la vida real así, pero…
“No, definitivamente tienes que contarme,” contesté, moldeando una sonrisa para ella.

4

Antes del almuerzo al siguiente día―el 26. Un domingo.
Como siempre, mi abuela había venido a regalarme diversos cachivaches. Entonces, con un peculiar “está bien, te veré mañana también,” ella me dejaba e iba a casa. Ella debía haberse cruzado con ellos. Nunca podría haberme esperado o incluso se me habría ocurrido imaginar a estos visitantes quienes habían venido a verme.
Hubo un golpe, y la puerta de mi cuarto se abrió. Era una joven enfermera llamada Mizuno de quién había estado dependiendo completamente siempre desde que había sido admitido. “Adelante,” dijo, haciéndolos entrar: un chico y una chica a quienes nunca había visto antes en mi vida. Yo estaba, por supuesto, sorprendido, pero desde que ellos dos eran aproximadamente de mi edad y llevaban uniformes de la escuela, rápidamente adiviné de donde estos visitantes habían venido.
“Hola. Eres Koichi Sakakibara, ¿cierto?”
El embajador (o así es como lo sentí) en la derecha dijo―el chico[7]. Complexión media, estatura media. Uniforme de escuela negra con un cuello alto. Gafas de montura de plata enfatizaba su lisa, suaves facciones del rostro y ojos estrechos.
“Somos estudiantes de Yomiyama North Middle, tercer año Clase 3.”
“Ah…hola.”
“Mi nombre es Kazami. Tomohiko Kazami. Y esta es Sakuragi.”
“Yukari Sakuragi. Encantada de conocerte.”
La chica llevaba una chaqueta azul marino. Ambos uniformes eran completamente comunes, pero el estilo era totalmente diferente a la escuela privada que asistí en Tokyo.
“Sakuragi y yo somos los representantes de la Clase 3, así que venimos en nombre de todos los demás.”
Desde mi posición en la cama, gruñí, entonces levante mi cabeza y pregunté la más obvia interrogante. “¿Por qué están aquí?”
“Te estas transfiriendo a nuestra escuela, ¿cierto?” Yukari Sakuragi preguntó. Ella también llevaba gafas con monturas de plata, al igual que Kazami. Ella tenía una ligera contextura regordeta y un simple corte de pelo que llegaba a sus hombros. “Se suponía que empezarías el pasado lunes, pero entonces enfermaste de repente… eso es lo que escuchamos. Así que decidimos visitarte como los representantes de clase. Um, esto es de todos nosotros.”
Ella tendió un ramo de tulipanes llenos de color. Los tulipanes significan “respeto” o “generosidad.” Lo aprendí más tarde, cuando lo busqué.
“El profesor estaba preguntando cómo lo estabas haciendo, también,” Tomohiko Kazumi continuó. “Escuchamos que era un condición pulmonar llamada Neumotórax. ¿Estás bien?”
“Oh, Sí. Gracias.”
Mientras contestaba, reprimí la sonrisa que se estaba formando en mi rostro. Había sido cogido fuera de guardia por su repentina visita, pero estaba sinceramente agradecido por eso. Además, la forma que ellos dos habían venido aquí era muy pintoresca―casi parecían como el estereotipo de “representantes de clases” que podías ver en un anime o algo. Así que también me pareció extrañamente divertido.
“Afortunadamente… creo que esto es lo que tengo que decir, aun en una situación como esta. Estoy recuperándome como estuvo programado, así que creo que serían capaces de retirar el tubo rápidamente.”
“Eso es un alivio.”
“Qué horrible cosa para tener que pasar tan repentinamente.”
Mientras ellos hablaban, los dos emisarios de la Clase 3 de tercer año se miraron entre sí.
“Escuchamos que te trasladaste aquí de Tokyo, Sakakibara,” Sakuragi dijo mientras ponía los tulipanes sobre la repisa de la ventana. Por alguna razón, sonaba como si ella estuviera gentilmente inspeccionándome.
Asentí, “Sí.”
“Estuviste en K*** Middle School, ¿cierto? Eso es increíble. Es una increíble famosa escuela. ¿Por qué tu…?”
“Venimos por razones familiares.”
“¿Es tu primera vez viviendo en Yomiyama?”
“Sí… ¿pero por qué preguntaste eso?”
“Solamente pensé que quizá habías vivido aquí, aún si fue hace mucho tiempo.”
“He venido de visita antes, pero nunca viví aquí.”
“¿Te quedaste alguna vez por largo tiempo?” Kazami vino a continuación.
Qué raras preguntas― El pensamiento me agobió ligeramente, y di una vaga respuesta. “Eh. Mi madre es de aquí. Creo que cuando era pequeño tal vez, pero no recuerdo en realidad…”
La interrogación abrupta terminó ahí, y Kazami caminó hacia la cama. “Toma.” El extrajo un sobre grande de su bolsa y me lo alargó a mí.
“¿Qué es esto?”
“Las notas de clases desde el comienzo del primer semestre. Hice una copia, así que si lo quieres puedes tomarlo.”
“Wow. ¡No tenías que hacerlo! Gracias.”
Cuando eché un vistazo al contenido del sobre en mis manos, vi que eran, en efecto, todas las cosas que ya había aprendido en mi antigua escuela. Aun así, su consideración me llegó, y les agradecí de nuevo. Si así era como iba a ser, sería capaz, de hecho, olvidar todas la cosas terribles que habían pasado desde el año anterior.
“Creo que seré capaz de empezar la escuela después de que volvamos de la Golden Week. Lo espero con ansias.”
“Nosotros también.”
Pensé que vi a Kazami guiñar a Sakuragi, y entonces, con una expresión de ligera vacilación, el alargó su mano derecha hacia mí.
“Err, ¿Sakakibara?¿Podemos darnos un apretón de manos’”
Eso me dejó sin habla por un segundo.
¿Apretón de manos? El chico quien era el representante de clases estaba repentinamente preguntando por un apretón de manos, la primera vez que nos habíamos conocido… ¿en un lugar como este? ¿Qué…?[8]
Consideré que quizá debía solo dejarlo ser y decir, bueno, los estudiante de escuelas públicas son diferentes. ¿O quizá era una diferencia entre Tokyo y el campo? ¿Una diferencia en actitudes?
Los pensamientos se arremolinaban en mi cabeza, pero difícilmente podría rechazar su oferta y decir “Uh, no” sin más remedio extendí mi mano derecha también.
No había mucha fuerza detrás del apretón de manos de Kazami, aunque fuera él el único quien lo había ofrecido. Y quizá era mi imaginación, pero pensé que sentí humedad, como si él estuviera en sudor frio.

5

Mi octavo día en el hospital, lunes, era el día de una pequeña liberación.
Cuando ellos confirmaron que la “fuga” de aire de mi pulmón se había detenido completamente, retiraron el tubo de drenaje. Eso significaba que finalmente me había liberado de la atadura de la máquina. Cuando el procedimiento terminó en la mañana, dejé mi cuarto para escoltar a mi abuela fuera de los edificios así que podía respirar el aire libre por primera vez en largo tiempo.
De acuerdo al doctor, ellos observarían mi condición por otros dos días, y si no hubiera cambio, podría ser dado de alta. Pero debía descansar tanto como sea posible por un tiempo. Entendía esa parte dolorosamente bien aun sin que tuvieran que decírmelo, dado a mi experiencia de seis meses atrás.
Así que no podía ir a la escuela hasta el 6 de mayo, que era después de las vacaciones, después de todo.
Vi como el robusto Nisan Cedric pintado en negro de mi abuela se marchaba, y entonces me senté en una banca que había encontrado en frente del césped de la sala de pacientes.
Era un tiempo hermoso, que correspondía al día de mi liberación.
El rayo del sol de primavera cálido. La briza refrescante y fría. Podía escuchar el canto de las aves salvajes aquí y allá, probablemente debido a que las montañas estaban tan cerca. Hasta escuché el grito de un carruca, un sonido inaudito en Tokyo, de vez en cuando interrumpiendo las otras canciones.
Cerré mis ojos y tomé una lenta y profunda respiración. El lugar donde el tubo había estado dolía un poco, pero el dolor del pulmón y la dificultad de respirar había desaparecido completamente. Sí, era bueno. ¡Qué cosa tan maravillosa es estar sano!
Después de caer en una ola momentánea de emoción que no llamaría exactamente juvenil, saque mi celular, que lo había traído conmigo de mi cuarto. Parecía como un tiempo lo suficiente bueno para llamar a mi padre, estaba fuera del edificio, así que no tenía que preocuparme de las advertencias de “puede interferir con los dispositivos médicos” y lo que sea.
Estaba bastante seguro que la diferencia de tiempo entre Japón y la India era de 3 horas, o quizás 4. Era las 11 donde estaba, ¿así que eran las siete u ocho ahí?
Después de dudar algo, terminé apagando el celular que justo había activado. Sabía muy bien como mi padre dormía en la mañana. Él estaba probablemente bastante cansado debido a sus actividades de estudio-investigación e un país extranjero, también. Habría sido cruel levantarle de la cama por este asunto después de todo este tiempo.
Me senté en el banco de afuera por un momento después de eso. Cuando me puse de pie, era porque la hora del almuerzo estaba cerca. Quería dejarlo claro: La comida del hospital no sabía bien. Pero para un quinceañero en recuperación de una enfermedad, el hambre es un asunto de vida y muerte.
Cuando fui a la zona de pacientes, cortando a través del vestíbulo, y directo hacia la zona del elevador. Las puertas de un elevador estaban justo comenzando a cerrarse, así que rápidamente me metí a través de ellos.
Había ya alguien en el elevador.
“Oh, perdóneme.”
Me disculpé a secas por la intrusión. Pero en el momento que dejé caer los ojos hacia la otra persona, no pude evitar sobresaltarme.
Era una chica en uniforme escolar.
La misma chaqueta color azul marino que Yukari Sakuragi había llevado cuando vino de visita el día anterior. ¿Quiere decir que esta chica también iba a Yomiyama North Middle? ¿No debía haber estado en la escuela a esta hora del día?
Ella era menuda y de complexión delgada y tenía un rostro andrógino, la estructura ósea era demasiada fina. Cabello en un negro puro con un corte bob[9] enmarañado. En contraste, su color de piel estaba bastante descolorido. No estaba seguro como llamarlo, pero lucía como la parafina blanca, para usar un término algo pasado de moda. Además…
La cosa que atrajo mi atención más que cualquier otra cosa fue el parche blanco que cubría su ojo izquierdo. ¿Tenía algún tipo de afección del ojo? ¿O se había herido?
Con mi mente atrapada con esos pensamientos, con mucha vergüenza tardé en darme cuenta de la dirección del elevador que había elegido. Estaba descendiendo, no ascendiendo. No estaba yendo a los pisos superiores; el ascensor había comenzado a moverse hacia el sótano.
Miré a los botones ordenados sobre el panel de control y vi que la “B2” estaba iluminado. Dejando mi propia selección del botón deslizar, cogí un impulso y hablé a la chica con el parche de ojo.
“Perdone, ¿Eres una estudiante de North Yomi?”
La chica apenas asintió con su cabeza, en silencio, sin mostrar señal de ningún otro movimiento.
“¿Vas al segundo nivel del sótano? ¿Hay algo que necesites hacer ahí abajo?”
“Sí.”
“Pero no es―”
“Voy a dejar algo.”
Su tono de voz era fría y distante, como si todas sus emociones habían sido encerradas.
“La mitad de mi cuerpo está esperando ahí, la pobre.”
Mientras me quedaba aturdido por esas palabras, el elevador se detuvo y las puertas se abrieron.
La chica del parche del ojo se deslizó silenciosamente por delante de mí y salió al pasillo, sus pasos sin hacer ruido. Algo pálido enfermizo sobresalía a través de un espacio en sus manos, presionado fuertemente contra su pecho. Mis ojos se fijaron sobre aquello, podía ver algo pálido, la mano diminuta de una muñeca…
“Hey.”
Sostuve las puertas del elevador abiertas, saqué mi cabeza y hombros fuera para llamar después a la chica.
“¿Cuál es tu nombre?”
La chica, la única persona caminando en el pasillo débilmente iluminado, reaccionó a mi voz y se paralizó momentáneamente. Pero ella no volteó.
“Mei,” respondió cortante. “Mei… Misaki.”
Entonces la chica se alejó, como si se deslizara sobre el piso de linóleo. La miré irse, sin respirar, mientras experimentaba un toque de abatimiento y, al mismo tiempo, un mal presagio que difícilmente podía encontrar las palabras para describirlo.
El segundo nivel del sótano de la zona de internados.
No creía que había aun cuartos de examinación o cuartos de enfermería en esta planta, mucho menos cuartos de pacientes. Era sabido que había sido absorbido de forma natural mientras había sido hospitalizado. Todo lo que estaba ahí abajo eran los cuartos de almacenamiento de alimentos, los cuartos de mecánica, y―estaba bastante seguro―la capilla conmemorativa[10].
…En cualquier caso.
Este es el primer encuentro cercano que compartí con la chica extraña―Mei. En el momento que aprendí que “Misaki” estaba escrita con los caracteres para “ver los acantilados” y Mei era “sonido,” abril había terminado y mayo había apenas comenzado.





[1] Se refiere al colapso de su pulmón.
[2] Yomiyama North Middle, Middle en este caso es la contracción para escuela de ciclo medio, escuela media.
[3] Escuela media del norte. No se acopla muy bien a la conversación casual así que lo mantendré en el original.
[4] Escuela media del sur
[5] ‘Yomi del norte.’
[6] 80% xd!
[7] Hace una aclaración del género de la persona.
[8]What did that even…?: Difícil de entender.
[9] Melena corta, obvio.
[10] Creo que se refiere a una capilla especial para honrar a los difuntos.
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